GRAVEL

DE BURUNDI A RUANDA EN BICICLETA: EL RELATO DE DINO BONELLI

DAL BURUNDI AL RUANDA IN BICICLETTA: IL RACCONTO DI DINO BONELLI.

África parece haber sido creada para las bicicletas gravel y para el cicloturismo más auténtico — o quizás sea al revés. Pero la esencia no cambia.
Esa tierra, con sus pocas carreteras asfaltadas y sus innumerables caminos de tierra — donde cada senda, normalmente roja, está rodeada de un verde lleno de matices — es el paraíso para una aventura sobre dos ruedas.

Junto con mi amigo Roberto Cravero, salimos de Bujumbura, la ciudad más importante de Burundi, con el objetivo de llegar a Kigali, capital de Ruanda y sede de los Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Ruta. Con solo unas pocas bolsas — diseñadas especialmente por TAAC — sujetas a nuestras bicicletas de bambú, y con lo mínimo necesario para no cargar demasiado peso, nunca nos marcamos una distancia diaria.
Simplemente seguimos una dirección general, perdiéndonos a propósito muchas veces entre campos cultivados, plataneras y plantaciones de todo tip
o.

La gente local, poco acostumbrada a ver Mzungu (hombres blancos, en suajili), y menos aún a verlos pedaleando, se mostró entusiasmada con nuestro paso: nos aclamaban y acompañaban continuamente.
Dormimos donde encontramos alojamiento, sin pretensiones, y la mayoría de las veces comimos solo arroz y plátanos, porque no había otra cosa. Pero nunca sentimos que nos faltara nada.

Descubrimos una África totalmente diferente de la que promocionan las agencias de viaje: una África más sencilla, sin animales salvajes ni resorts de lujo, pero por eso mismo más auténtica. Una África hecha sobre todo de pobreza y sencillez, a veces un poco dura, pero llena de sonrisas, tanto en los mayores como en los niños — que fueron nuestro verdadero valor añadido y la energía que nos impulsó a seguir.

Puede que te interese

DA BERLINO A CAPO NORD IN BICICLETTA: IL RACCONTO DI ILARIA FIORILLO.